Presentación: ¿de dónde vengo?, ¿de qué estoy hecha?

Antes del taller solicitar a las participantes: Traer un objeto a través del cual puedan contar historias de sus territorios. Puede ser comida, una semilla, una camiseta, una foto, etc.  Este objeto es necesario para la primera actividad, por favor recuerda traerlo.

1. Sentar a las participantes en círculo en el piso o en sillas, según las necesidades del grupo. Pedir a las participantes que ubiquen el objeto que trajeron para contar sus historias frente a ellas, también formando un círculo.
2. Abre el espacio, da la bienvenida, agradece a las personas por su presencia y su esfuerzo para estar en el espacio.
3. Ofréceles a las personas un momento para llegar y sentirse a sí mismas, permitiéndoles transitar del ritmo que traen a aterrizar con el grupo. Puedes facilitar una práctica que invite a notar el espacio en donde están, incluyendo la presencia de las otras personas. Permíteles que se tomen el tiempo para observar, notar y reconocer cómo es iniciar este camino. Ofrece tiempo para mirarse y reconocer cómo es para cada quien estar en su propia presencia, y en la de las otras.

1. En el centro del círculo encender una vela con una intención: “que nos conectemos con nuestra esencia y entre nosotras”.
2. Realizar una práctica de respiración y movimiento atento empezando desde el reconocimiento de la mandíbula, y tren superior. Invite a las mujeres a realizar esta práctica de movimiento con los ojos abiertos o cerrados, como ella se sientan cómodas.  Invítelas a empezar mover cuello hacia los diferentes 4 puntos, hombros y muñecas, sentir la espalda, los isquiotibiales. Que empiecen a sentir su respiración y cómo su cuerpo necesita respirar (dar ejemplos) y guiar las primeras respiraciones hasta ver al grupo conectadas con su respiración.
3. Pida a las participantes que abran sus ojos quienes los tenían cerrados. Y lo más lento posible van a ponerse de pie, vamos a demorarnos lo más posible. Una vez de pie realizar movimientos de tren superior e inferior.
4. Para finalizar la práctica de movimiento y respiración pídales que abran sus manos y separen sus dedos y que imaginen que van metiendo sus dedos en la tierra. Para esto de a poco guíe para que vayan bajando al piso sintiendo la tierra, metiendo más al fondo los dedos. El encontrarme con esta tierra me permite ir conectando con las respuestas a la pregunta: ¿de dónde vengo?, ¿de qué estoy hecha? Guíelas hasta que estén sentadas nuevamente frente a su objeto.

1. Abra una plenaria donde algunas (2-3) de las mujeres compartan: ¿cómo sintieron su cuerpo en esta práctica?
2. Para finalizar, invite a las participantes a presentarse mediante su objeto.

Ideas para complementar las reflexiones:

• Los círculos como procesos colectivos nos permiten hallar diversos sentires y realidades profundas. Compartirlos en un círculo puede ser inspirador, liberador, sanador.

Los círculos tienen como objetivos encontrarnos con las otras.

• Conectar con otras genera bienestar. Abrirse, ser escuchada y reconocida, así como escuchar a otras en un nivel profundo puede generar una conexión liberadora y sanadora. Nos muestra que no estamos solas con nuestros estresores, luchas, patrones, monstruos e inseguridades.
• A pesar de las diferencias y las distancias entre nuestros territorios, culturas y vivencias, logramos resonar con otra.
• El poder reflexionar sobre ¿de dónde vengo? Es un recurso emocional que nos permite a las mujeres recuperar información de nuestras ancestras pero también de nosotras mismas.
• Hay narrativas que se vuelven hueso, materia. A veces puede ser gigante como un monstruo pero en la medida que lo veo esto se hace más pequeño.